Nuestro despacho de abogados comenzó a funcionar allá por el año 1939, cuando nuestro abuelo, Sebastián del Rey Padilla, que había trabajado hasta entonces en la notaría de su padre, decidió dedicarse al ejercicio de esta profesión. Al haberse formado en una notaría, las especialidades a las que más se dedicó fue a las más relacionadas con el derecho civil, como sucesiones y contratos.

Al fundador se unió más tarde su hijo Manuel del Rey Puyou, que dio un nuevo impulso, creciendo el despacho al dedicarse a nuevas disciplinas que cobraron auge en su época de ejercicio activo, como los arrendamientos, la propiedad horizontal y el derecho de daños y seguros.

En la actualidad se ha hecho cargo del despacho la tercera generación, los nietos de su fundador, Mariano, Manuel y José Carlos del Rey Alamillo, quienes han querido mantener el carácter familiar y artesanal del despacho, aunque sin renunciar a su ampliación y a trabajar con las más avanzadas tecnologías.

Seis abogados y dos administrativas componen actualmente este equipo, desde el que queremos ofrecer una atención individualizada a cada cliente, porque cada uno requiere una solución adecuada a sus circunstancias, y tratando de mantener el buen nombre y el prestigio que nuestros antecesores vienen consiguiendo desde hace más de 80 años.